Responsabilidad ambiental
Cuidado y respeto al medio ambiente, nuestra seña de identidad
El manejo inapropiado del aceite usado puede desencadenar problemas de contaminación atmosférica.
Cuando se quema de forma incorrecta, ya sea en residencias o en sistemas de calefacción industrial, puede generar emisiones de sustancias nocivas y contaminantes al ambiente.
El aceite usado contiene componentes químicos dañinos, tales como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), metales pesados y subproductos de la combustión incompleta. Estos elementos contaminantes pueden contribuir a la polución atmosférica y causar impactos adversos en la calidad del aire y en la salud humana.
La gestión inadecuada del aceite usado puede acarrear graves consecuencias de contaminación en el medio ambiente terrestre.
Cuando este aceite se escapa o se vierte en el suelo, puede contaminar los terrenos y comprometer su calidad. Esto puede resultar en la infertilidad del suelo o en su incapacidad para sustentar la vida vegetal, lo que a su vez podría mermar la producción de alimentos.
Además, los animales pueden ingerir o entrar en contacto con el aceite usado, lo cual puede ocasionarles daños internos, trastornos reproductivos y, en casos extremos, la pérdida de vida.
La gestión inadecuada del aceite usado puede desencadenar serios problemas de contaminación en los cuerpos de agua.
Cuando este aceite se vierte en áreas acuáticas como ríos, lagos o acuíferos, puede contaminar el agua y perturbar los ecosistemas acuáticos.
Adicionalmente, el aceite tiene la capacidad de formar una capa en la superficie del agua, disminuyendo la cantidad de oxígeno disuelto y afectando la vida marina y acuática.
La exposición a la contaminación del aceite usado puede tener efectos negativos en la salud humana.
Los vapores tóxicos liberados por el aceite usado pueden causar problemas respiratorios, irritación en los ojos y la piel, y a largo plazo, pueden aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y cáncer.